En la actualidad, el impacto ambiental que causamos en nuestro entorno es preocupante. El cambio climático, la polución del aire y la contaminación de los océanos son sólo algunas de las consecuencias evidentes del estilo de vida actual. Por ello, cada vez es más evidente que transformar nuestra vida, para incorporar hábitos más sostenibles, es fundamental para preservar nuestro planeta y asegurar un futuro sano para las generaciones venideras.

¿Qué son los hábitos sostenibles?

Antes de entrar en detalles, es importante definir qué son los hábitos sostenibles. Podemos definirlos como aquellos actos cotidianos que realizamos de forma responsable y que no tienen un impacto negativo en el medio ambiente o en la sociedad en general. Es decir, son formas de actuar que van en coherencia con los objetivos de preservar la integridad del planeta y fomentar un desarrollo humano sostenible.

Hábitos sostenibles para el hogar

En nuestra casa es donde pasamos la mayor parte del tiempo, además es el lugar donde más consumimos energía y generamos basura. Por ello, es fundamental modificar los hábitos cotidianos para hacerlos más sostenibles. Una manera de hacerlo es optar por energías renovables como la solar o eólica, lo que además de reducir la huella de carbono, reducirá la factura de la luz. Otros hábitos sostenibles pueden ser el reciclaje de basura, reducir el consumo de plástico y fomentar la alimentación saludable y sostenible.

Hábitos sostenibles de transporte

Una de las mayores fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero son los medios de transporte. Por ello, es importante cambiar los hábitos hacia opciones más sostenibles de transporte. El transporte público, las bicicletas, los patinetes eléctricos o caminar son algunas de las mejores opciones para reducir la huella de carbono que dejamos en nuestro día a día.

Hábitos sostenibles en el trabajo

En la oficina también se pueden hacer muchas cosas para ser más sostenibles. ¿Qué tal reducir el consumo de papel usando documentos en línea, imprimir sólo cuando sea necesario y usar papel reciclado? Además, utilizar bombillas eficientes, no poner el aire acondicionado a temperaturas extremas y apagar los dispositivos que no se están usando son algunas acciones que se pueden realizar para ser más respetuosos con el medio ambiente.

Hábitos sostenibles en la alimentación

A la hora de comer, también es importante considerar la sostenibilidad. Comer carne es una de las actividades que más contribuyen al cambio climático. Por ello, disminuir su consumo, optando por dietas vegetarianas o veganas, se convierte automáticamente en un hábito sostenible. Además, elegir alimentos frescos y de temporada y apoyar los mercados locales, ayuda a reducir la emisión de gases de efecto invernadero que se generan por el transporte y producción de alimentos.

Algunos puntos importantes a tener en cuenta

Aunque cada vez son más las personas que se conciencian sobre la necesidad de llevar un estilo de vida más sostenible, hay algunos puntos importantes a considerar. Uno de ellos es la importancia de no caer en el llamado “greenwashing”, que es cuando una compañía se pinta de verde, utilizándolo como un gancho publicitario, pero en realidad no realiza ninguna acción concreta para ser más sostenible. Por ello, es fundamental investigar previamente y apoyar a empresas y organizaciones que realmente se preocupan por el medio ambiente.

Otro aspecto importante es la necesidad de no caer en la culpa o el sentimiento de impotencia que muchas veces puede surgir al pensar en el impacto ambiental que tenemos en el planeta. En vez de centrarse en lo que se hace mal, es mejor enfocarse en acciones concretas que puedan hacer una diferencia positiva. Cambiar los hábitos cotidianos, en este sentido, se vuelve fundamental para hacer una diferencia real.

En resumen, transformar nuestra vida incorporando hábitos sostenibles es un acto de responsabilidad social y ambiental, que no es sólo necesario, sino que es posible y enriquecedor. Por ello, lo mejor es empezar haciendo cambios pequeños para adaptarnos a un estilo de vida más sostenible y, poco a poco, ir incrementando los esfuerzos, que no sólo mejorarán nuestro entorno, sino también nuestro bienestar personal.

Valeria Catillo