La deforestación en el mundo continúa siendo uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta nuestra biodiversidad. La tala de árboles no sólo atenta contra nuestros recursos naturales sino también, contra el hábitat de una gran cantidad de especies animales y vegetales que viven en nuestros bosques.

A medida que la humanidad ha ido creciendo, nuestra relación con la naturaleza se ha vuelto cada vez más superficial. Hemos olvidado la importancia de los bosques y la riqueza que nos brindan, y sin ellos, nuestro planeta no podría existir. Este fenómeno a menudo acontece en zonas de la Amazonía, el Congo y otros espacios donde la forestación ha sido sustituida por la agricultura y el pasto.

Según la FAO, la deforestación no solo tiene efectos negativos sobre la biodiversidad, sino que también afecta en las alteraciones climáticas. La tala de árboles libera dióxido de carbono, uno de los principales gases de efecto invernadero, y esto causa cambios en el clima de manera irreversible.

A su vez, la amazonia, que nos brinda el 10% del suministro de oxigeno en el planeta, está siendo afectada por la deforestación. No solo ejerce un impacto en el medio ambiente, sino también en la calidad de vida de las personas que viven en la región.

Urge una cambio de mentalidad. Todos podemos hacer la diferencia con pequeñas acciones desde nuestras casas. Al comprar madera, por ejemplo, es importante verificar que proviene de bosques sostenibles y no de zonas selváticas que estén siendo explotadas.

La deforestación es una cuestión que nos atañe a todos. El futuro de nuestro planeta y el de las próximas generaciones depende de los esfuerzos que hagamos ahora. Es hora de unirnos en pro de un mayor respeto por los bosques, que son la fuente de vida natural de nuestro planeta. ¡Es hora de actuar ahora!

Valeria Catillo